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lunes, 15 de marzo de 2010

Lecciones de Perdón - Capítulo 11


Capítulo 11: Despierta de su letargo

-Me pregunto cuándo voy a despertar… -suspiró Natsuki sin dejar de mirar a Shizuru al tiempo que se colocaba sobre su costado derecho en la cama.

-Ara, ara… ¿por qué Natsuki cree estar dormida? – respondió la castaña colocándose sobre el izquierdo para mirarla a los ojos.

-Por esto mismo… por cómo me tratas, por lo que siento, por todo… Shizuru cuando estás conmigo… -Natsuki no sabía expresarlo con palabras y eso la frustraba – yo… si tan solo pudiera…

Shizuru se acercó a la chica la abrazó por la cintura y se acurrucó en su pecho.

-Aquí me siento bien… -susurro Shizuru- Natsuki huele muy bien y es cálida. Desde que te conocí soñé contigo, la que teme despertar soy yo Natsuki… cuando te veo, pierdo la razón, siento como si tu fueras el centro del mundo y no haya nada más alrededor.

Natsuki agarró el rostro de su amada e hizo que la mirase a los ojos al tiempo que decía:

-No te imaginas cuanto te quiero Shizuru Fujino.

La aludida se sonrojo casi imperceptiblemente y en su cara se formó una sonrisa de total alegría que dejó a la morena momentáneamente sin aliento, cuando se recuperó, giró su cuerpo hacia el lado izquierdo, recostándose encima de Shizuru y acariciándole el lado izquierdo de la cara con un gesto totalmente serio.

-Hazlo otra vez –pidió en un murmullo – enséñame tu verdadera sonrisa.

-Solo a ti… -dijo Shizuru realizando su petición y pasándole los brazos por la espalda para abrazarla – solo Natsuki consigue que sonría así.

-Y bueno… aun no me dijiste que opina tu padre de todo esto –dijo Natsuki besándole la punta de la nariz.

-Pues la verdad no se lo cree mucho…- respondió la castaña invirtiendo las posiciones y reposando su cabeza en el hueco del hombro de su novia – piensa que todo es una treta para evitar mi boda.

-¡¿Tu boda?! – Exclamo Natsuki incorporándose de manera precipitada y tirando a Shizuru de la cama en el proceso - ¡perdón! – exclamo de nuevo – pero… ¡¿Cómo que tu boda?!

El miedo se apoderó de Natsuki, quien comenzó a temblar de manera involuntaria al tiempo que miraba a Shizuru, la cual ponía una mueca de dolor, con un gesto de pánico.

-Tranquila… tranquila… -dijo Shizuru volviendo a la cama y recostándose en el cabezal mientras abrazaba a Natsuki y le besaba la cabeza- no me voy a ir a ningún lado y no me voy a casar con nadie… debería haberte contado esto por partes y con mas tacto… no he sido nada considerada…

-¿En serio no te vas a casar con nadie? –murmuró Natsuki de un modo que a Shizuru le recordó el de una niña pequeña que le pregunta a su padre por los monstruos del armario.

-Ara, ara… solo me convertiré en la esposa de… si consigo engañar a Natsuki para que se case conmigo… -dijo la chica recuperando su tono habitual.

Natsuki enrojeció, giró y con la cabeza apoyada en el abdomen de Shizuru la insto a continuar.

-Mi padre y yo hicimos un trato cuando salí de Fuuka –comenzó Shizuru – si en tres años no encontraba a nadie que me interesara lo suficiente para compartir mi vida, me lo buscaría él. Y esos tres años han pasado…

-Pero yo soy una mujer… -dijo Natsuki.

-Las vacaciones pasadas, mi padre me encerró durante dos semanas en una casa con la hija de otro empresario para ver si por algún casual nos enamorábamos… -recordó la chica rodando los ojos – la chica era muy bella y me costó bastante convencerla de que mis intereses no eran los mismos que los de mi padre.

-¿Cómo se llamaba? – preguntó Natsuki sin querer saber realmente.

-Himemiya Chikane – respondió Shizuru con una sonrisa – al final, tuve que reconocer delante de ella que te amaba con todo mi corazón y que no buscaba nada para conseguir que me hablase, y bueno… resultó que ella estaba en la misma posición que yo, pero con un final algo diferente.

-Explica eso… - respondió la morena dándole un beso justo por encima de ombligo de modo juguetón.

-Estaba enamorada de una compañera suya, que se llama Himeko y cuando nos sacaron por fin de la mansión, simplemente se fugaron juntas… -dijo la chica- Himemiya decidió renunciar a una vida de riquezas y poder por la persona que amaba…

-Pero si leí hace nada que había asumido el control de la empresa… -dijo Natsuki - ¿no me estarás mintiendo?

-Para nada… cuando su padre enfermó, ella volvió a casa para presentarle sus respetos – comenzó a recordar Shizuru enternecida – y el padre al observar lo feliz que era su hija en compañía de Himeko, le perdono todo y la acogió de nuevo en el seno familiar.

-Una historia con final feliz – susurró Natsuki sonriendo – pero entonces tu padre… ¿ya sabía que te gustan las mujeres?

-Que me gustan a mí si… lo que no tiene muy claro es que le gusten a Natsuki… -respondió Shizuru con una risita.

-A mi no me gustan las mujeres Shizuru… -dijo Natsuki poniéndose de rodillas en la cara y mirándola a los ojos.

El rostro de Shizuru se tornó del color de la cera y sus pupilas se dilataron enormemente al percibir la seriedad y verdad implícitas en las palabras de Natsuki, no podía estar pasando esto… ¿tanto trabajo se había tomado Natsuki solo para hacerla sufrir de nuevo? Sin darle tiempo a la morena a nada más, se levantó como alma que lleva el diablo y se encerró en el baño maldiciendo el haber sido engañada y caer en esa trampa tan bien organizada.

Natsuki frunció el entrecejo y en ese momento ató cabos… esa frase daba mucho para malinterpretar, se acercó al baño y llamó a la puerta diciéndome dulcemente:

-Shizuru… abre la puerta… no es lo que crees… en serio.

La chica a modo de respuesta abrió el grifó de la ducha y se metió dentro para no oírla.

-¡¡Pues muy bien…!! -grito Natsuki cogiendo un pantalón y una sudadera y poniéndoselas – si no me abres la puerta… entrare por la ventana. Y si me mato… ¡¡PESARA SOBRE TU CONCIENCIA!!

Y así, sin pensar en que pasaría si resbalaba o calculaba mal y demostrando que la antigua Natsuki seguía dentro de ella pasó del balcón de su habitación al balcón del baño. Entro sigilosamente en la habitación el cual ya estaba lleno de vapor, siendo consciente de que Shizuru no se había enterado de nada y miró al espejo empañado y se le ocurrió una tontería que llevo a cabo. Tras eso, se quitó la ropa y abrió la cortina provocando que Shizuru se sobresaltara y pegara una especie de grito.

-Vaya… -dijo Natsuki entrando en la ducha con ella y cerrando la cortina tras de sí- ¿asi es como gritas? Eres refinada hasta para eso…

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? ¿no te ha quedado claro que quería estar sola? –preguntó Shizuru molesta.

-Vengo a explicarme y de paso a ducharme, salte el balcón y lo siento Fujino… pero si de mí dependiera… no volverías a estar sola.

Shizuru le lanzó una mirada envenenada a través del agua y la instó a hablar.

-Te dije que no me gustaban las mujeres, Shizuru… - repitió Natsuki – y no te mentí. Pero es que tampoco me gustan los hombres…

-¿Entonces? – Pregunto Shizuru totalmente desconcertada – no lo entiendo…

- A mi me gustas tú, para mí no existe nada más que tú… -susurró Natsuki – nunca me interesaron las relaciones hasta que llegaste tú… eres mi salvación y sé que si algún día me dejases… no podría volver a amar jamás.

Una sacudida inundó el corazón de Shizuru, aquella chica era tan especial, se preguntaba donde habría quedado esa Natsuki de hielo que no se abría a nadie.

-Natsuki… si no me besas en este mismo momento creo que no podré seguir respirando… -susurró la castaña a punto de llorar.

La morena la agarró delicadamente por los hombros y la apoyo contra la pared justo debajo del chorro de agua de la ducha para besarla dulcemente.

-Me encanta cuando te comportas de esta manera Natsuki… -dijo la castaña contra los labios de la de ojos verdes y notando por su gesto que no entendía nada, le acarició el mentón y continuo hablando – me encanta cuando eres tan dulce conmigo… esto es nuevo para mí… no sabía que podías llegar a ser así… cuando soñaba con estar contigo, siempre me imaginaba situaciones que sí… eran de pareja… pero pensé que serías… más fría…

-Aun me queda mucho por aprender Shizuru… -respondió la chica con una sonrisa- por ejemplo… creo que con nuestros encuentros… te he demostrado más pasión y lujuria que otra cosa… si tan solo supiera controlarme y demostrártelo como te mereces…

-No te preocupes… - murmuró Shizuru invirtiendo las posiciones y deslizando sus manos por las caderas de la menor – yo te enseñare…

Y descansando su mirada en el rostro de la morena levemente, comenzó a besarle el cuello con tranquilidad y atención, recorriendo afanosamente cada rincón. Kuga estaba impresionada de que un acto tan carnal pudiese demostrar tantos sentimientos, y si a eso le añadimos la erótica del agua… era un cocktail brutal para ella.

Las manos de Shizuru se deslizaron por el cuerpo de Natsuki abrasándola con su calor, dejándole claro que en el amor no tiene porque haber prisas y grabando en su memoria cada mínimo detalle. La castaña estaba disfrutando enormemente con ese tiempo de tranquilidad para recorrer el cuerpo de la morena.

-Las cosas bellas… -susurraba la chica entre beso y beso para encandilarla – llevan su tiempo… conocer algo… lleva su tiempo y quiero que el hacerte disfrutar… también me lleve su tiempo.

Natsuki sonrió ante las palabras dichas y se dejó hacer, después de todo, se lo estaba pasando francamente bien.

Shizuru cerró el grifo y sin dejar de besarla la saco de la ducha para agarrar una toalla y secar el cuerpo de su amante como si del más delicado cristal se tratase. Natsuki solo podía suspirar y sorprenderse de la erótica existente en el simple hecho de secar el cuerpo de alguien y no fue hasta ese momento que la chica de Kyoto levantó la vista y vio que la morena había hecho en el espejo, grabado en el vaho se podía leer “Kiyohime y Duran” enmarcados por un corazón.

-Natsuki… -dijo Shizuru con una sonrisa tierna en el rostro y levantándola en el aire como un novio levanta a la novia el día de su boda para pasar el umbral de la puerta- creo que aún no sabes todo lo dulce que puedes llegar a ser…

Estuvieron el resto de día amándose con dulzura, pasión, tranquilad, frenesí… todas las formas posibles que se puedan a imaginar fueron realizadas por las dos jóvenes. Pasaron el día disfrutando del amor y la felicidad sin ser conscientes de los acontecimientos que se desarrollaba no muy lejos de ahí y que sumirían su vida en caos y traición, lo que llevaría a las chicas a preguntarse cuantas lecciones necesitas para conceder un verdadero perdón.

OoOoO

A mi no me gustan las mujeres Shizuru” el padre de Shizuru escuchaba esa grabación una y otra vez con un gesto adusto en la cara. Tras escucharlo por decima vez dijo con voz monocorde al tiempo que lo taladraba con la mirada:

-¿Y ninguna de ellas fue consciente de lo que grabaste?

-No… -respondió Kenichi-San sin ser capaz de disimular su nerviosismo – no pude grabar nada más que eso…  hubo movimiento después de eso y Kuga salió al balcón donde estaba yo, por lo que tuve que huir.

-Esta bien… -respondió el hombre desviando su mirada hasta un ventanal y sacando un sobre del cajón – esto es todo lo que necesito. Aquí tienes el dinero que te prometí…

Extendió el sobre en dirección al joven y cuando este lo cogió, lo sujetó mas fuerte al tiempo que decía:

-Y recuerda… esta conversación jamás ha tenido lugar…

-Por supuesto que no Fujino-San… -respondió el chico con una reverencia para salir lo más rápido posible de la habitación.

Mientras el chico abandonaba las instalaciones un sentimiento de culpa acudió a su pecho, Fujino Shizuru era amiga de su novia Akane y lo que acababa de hacer era algo verdaderamente rastrero, pero necesitaba el dinero para poder casarse con Akane, así que hizo de tripas corazón y siguió adelante.

El patriarca Fujino levantaba el teléfono y decía unas cortas palabras con un sentimiento de grandiosidad, se había salido con la suya y no se había dejado engañar por dos niñas, o eso pensaba él… se recostó satisfecho en su sillón y puso las manos detrás de su cabeza. Si tan solo hubiera sido más atento con su hija… si la conociera mejor… no habría realizado tales acciones y se podrían haber todas las desgracias que ocurrirían en el tiempo venidero…

OoOoO



Mikoto Minagui se despertó de su habitual siesta matutina en los campos de colegió con una sensación de opresión en el pecho.

-Mai… -dijo la chica en voz alta – algo anda mal…

Y levantándose como un rayo se dirigió a tu habitación de estudiante para hacer un rápido e improvisado equipaje que la acompañaría en su viaje a la capital nipona.

De lo que no fue consciente la chica en todo el tiempo fue de que en la tierra de Fuuka… algo o alguien despertaba de su letargo…

CONTINUARA




1 comentario:

  1. Que te digo, que te digo, te está quedando suuuuuper el blog, el diseño que has elegido me encanta, aparte de que ahora será mucho mas facil seguir tus historias en un lugar fijo, aunque la verdad es que las seguiria donde sea que las pusieras xDDD, sigo esperando el proximo cap de lecciones de perdon, espero y cuando termines de configurar todo el blog pueda leer aunque sea un poco de lo nuevo que has escrito, que estes bien, chaito.

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