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lunes, 15 de marzo de 2010

Lecciones de Perdón - Capítulo 7


Capítulo 7: Dejémonos de tonterías

-Buenas noches Fujino… es una sorpresa verte por aquí – dijo Natsuki de un modo que parecía que prácticamente lo ronroneaba – no sabía que te gustaran este tipo de fiestas…

Natsuki la miraba de manera penetrante, de una manera que llegaría al alma de cualquier persona, provocando un escalofrío que recorrió a Shizuru por completo.

-Si no vengo me secuestran de mi cuarto –respondió bajando las escaleras de manera lenta y sensual – ya me pasó un par de veces…

Shizuru la miró a los ojos y Natsuki pudo ver el cambio de esa mirada, le recordaba a las que recibía de ella en Fuuka y se sintió estremecer, algo había cambiado para la castaña durante ese día, en esos ojos había… amor… La morena sintió su deseo de venganza flaquear.

-Porque te marchaste… -fue la escueta frase de Shizuru.

-No estaba dormida – dijo Natsuki echándose un poco hacia delante mostrando una seguridad que realmente no sentía – preferí irme antes de ver tu mirada de arrepentimiento.

-Ara, ara, no quise despertar a Natsuki hasta que no fuera necesario –respondió la ex presidenta apoyando sus manos en la mesa a ambos lados de la cadera de la morena buscando ponerla nerviosa- te seré sincera… cuando me levanté creí que no fue mas que un sueño…

-Una pesadilla querrás decir… -la interrumpió Natsuki mirándola directamente a los ojos y acercándose peligrosamente a su cuello, tal vez no se vengaría de manera demasiado cruel, pero algún problema si que quería ocasionarle.

-Un increíble, maravilloso y perfecto, sueño… -murmuró la chica sin hacer caso de su intromisión y acercándose aún más – me asusté y solo se me ocurrió ir a la ducha.

-¿Es otro de tus trucos Fujino? –preguntó Natsuki casi rozando la parte derecha del cuello de la chica y dándole un pequeño mordisco.

La castaña se estremeció y movió las manos para agarrar las caderas de Natsuki y acercarla aún más a ella de manera que sus pelvis prácticamente parecían una.

-Yo… no he sido justa… -respondió la chica cerrando los ojos y disfrutando de los labios de su compañera –Nat… su… ki… por favor… para… quiero hablar contigo seriamente…

La chica elevó su rostro con muestras de no hacerle ni caso, su pequeña venganza estaba concluida, pero ahora… ahora necesitaba saber el porqué de ese cambio en los ojos de su querida Shizuru, más cuando estaba a punto de besarla un ruido las hizo volverse a las dos.

-Lo… lo siento… - dijo Akane desde la puerta muerta de la vergüenza – yo no quería…

-Akane… -respondió Shizuru tan pálida como la cera.

Natsuki vio la situación y no sabía qué hacer ni que pensar, así que optó por la decisión más sabía bajo su punto de vista, huir valientemente antes de que se corriese la voz de quien era la responsable de las marcas, ahora en plural, de Shizuru e intentaran lapidarla. Separó a Shizuru gentilmente, se despidió de manera rápida con un beso en la mejilla y pasó como un huracán por al lado de Akane, sin apenas despedirse.

-Ara, ara Akane-San… -dijo Shizuru recuperando su compostura – ¿Sigue en pie lo de no decir nada que tenga que ver conmigo?

-Sabes que sí Shizuru – dijo la chica – pero yo que tú me iría pronto para casa, te ha hecho otra marca que empieza a ser bastante visible.

Shizuru abrió los ojos a modo de sorpresa y se disculpó con Akane para ir al baño, se apoyó en la lavabo y se miró al espejo, Akane tenía razón… la marca era visible y aumentando.

La  castaña no tuvo muy claro que pasó después, una persona señalo su cuello y de repente de armo un revuelo, todos buscaban al responsable de la acción, querían conocer a la persona que había conseguido romper las frías barreras construidas por la ex Hime, pero Natsuki ya había salido del lugar arrastrando a Mai con ella.

-¿Pero qué...? –preguntó Mai al verse arrastrada del lugar de manera precipitada, pero se calló al ver el revuelo que se armó.

-Vámonos Mai… -dijo la chica montándose en la moto apresuradamente – te lo contaré después…

OoOoO

-¿Cómo que Shizuru seguía en el campus? – preguntó Mai escandalizada -¿Y la dejaste allí con todo el escándalo que se monto?

-No me da pena… -respondió Natsuki cruzándose de brazos y sentándose en el sofá de Mai – si ella no me hubiera dejado sola en la cama la habría avisado…

-Ella quería arreglar las cosas Natsuki y la verdad me parece que estáis actuando como unas niñas pequeñas, solo espero que se le ocurra venir aquí en lugar de ir a la residencia… -respondió Mai.

Y en ese momento fue cuando sonó el timbre de la puerta provocando que Natsuki diera un brinco de puros nervios.

Cuando Mai abrió la puerta Shizuru entró en el salón y la pelirroja se excusó alegando que tenía sueño y que tenían las habitaciones al lado opuesto de la casa a su disposición.

Se miraron largamente sin atreverse ninguna a dar el primer paso, finalmente Shizuru se acercó a Natsuki y dijo de manera serena:

-Te quiero, siempre lo he hecho y me parece una estupidez como me estoy comportando… tú me perdonaste en su día algo muy grave, no merecía que me volvieses a dirigir la palabra y a cambio… me enfade como una niña tonta y no quise escucharte.

-Shizuru yo… -comenzó Natsuki.

-Déjame terminar por favor… -añadió Shizuru con un gesto pacificador – te quiero desde que te vi, llevo muchos años enamorada de ti Natsuki y ahora que por fin puedo obtener lo que siempre he deseado yo… yo… estoy… tengo…

De pronto calló en la cuenta de cuál era su problema, sentía miedo, pánico, un terror absoluto la envolvía a cada momento ¿Y si se estropeaba todo? ¿Y si Natsuki dejaba de amarla? ¿Y si simplemente eso no era real? Se tranquilizó al sentir los brazos de la morena alrededor de la cintura y su voz en un susurro diciéndole:

-Yo también tengo miedo Shizuru, miedo por no saber qué pasará, miedo de empezar esto y perderte, pero tengo aún más miedo de pasarme toda la vida preguntándome… ¿Y sí…? Me di cuenta tarde… pero al menos lo descubrí… no te quiero como a una simple amiga… te quiero a mi lado para siempre Shizuru Fujino…

La castaña la miró con ojos vidriosos llevándose las manos a la cara, Natsuki se acercó y la rodeo con sus brazos respirando su aroma, era tan tranquilizador…

-Vamos a ver… -dijo Natsuki con una sonrisa- llevas… ¿Cuántos años? Buscando esto… y cuando por fin lo obtienes… ¿lloras? ¿Tan terriblemente mal lo he hecho?

-Mala… -respondió Shizuru devolviéndole el abrazo con una mezcla de sollozo y risa – sabes que no lloro de pena…

Pasaron la noche hablando de banalidades, disfrutando de los labios de la otra y abrazadas en la cama de la habitación de Mai. Ninguna de las dos recordaba haber sido más feliz jamás…

OoOoO

-Bueno… veo que arreglasteis vuestras diferencias… -dijo Mai viendo la radiante sonrisa que acompañaba el rostro de Natsuki mientras preparaba el desayuno- ¿Dónde está Shizuru?

-Sigue durmiendo –respondió Natsuki mientras colocaba todo sobre una bandeja- y no te preocupes, que hemos respetado tu cama.

-Natsuki… tú sabes que te quiero mucho ¿verdad? – pregunto Mai de pronto.

-Por supuesto Mai… ¿Por qué? – preguntó la chica extrañada.

-Porque en dos horas llega Tate y os quiero fuera de mi casa… -respondió la chica con una sonrisa – porque yo no pienso respetar mi casa y no os quiero pululando por ahí… tenéis una habitación preciosa solo para las dos.

-Lo he captado… -dijo Natsuki saliendo de la habitación- en dos horas ya no estaremos aquí y no nos pondremos en contacto contigo, solo tú con nosotros…

-Exacto… -respondió Mai guiñándole un ojo.

Natsuki entró en la habitación lentamente y dejó la bandeja sobre una de las mesillas para a posteriori acercarse a la chica y comenzar a susurrarle su nombre al oído y darles pequeños besos por el rostro.

-Bueno días… -dijo Shizuru desperezándose y con una sonrisa – así da gusto despertarse.

Y llevando sus manos al cuello de Natsuki la llevó con ella a la cama y comenzó a besarla.

-Shi… zuru… -dijo Natsuki entre besos – me encantaría hacer esto, pero no podemos.

-Mala… -respondió la castaña haciendo un mohín.

-Tate llegará en dos horas, tenemos tiempo para desayunar, ducharnos e irnos tranquilamente – respondió Natsuki reuniendo toda la fuerza de voluntad que fue capaz para separarse de las chicas – necesitan privacidad…

-Esta bien… - respondió la chica – me has convencido… pero nos vamos directas a la residencia… ahora quiero mimos…

-Prometido… -respondió Natsuki sonriendo de nuevo – te daré todos los mimos que quieras…

Era imposible creer toda la felicidad que sentían las chicas. Natsuki sentía que en cualquier momento le empezaría a doler la boca de sonreír tanto, pero así es el amor ¿no? A todos nos pone una sonrisa en el rostro de manera permanente.

CONTINUARA











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