Lecciones de Perdón - Capítulo 12

Capitulo 12: Bueno, normal, normal…

Una nueva semana había llegado y con ella nuevas clases, Natsuki intentaba no prestar atención a los comentarios que la seguían a todas partes. Cuando comenzó su relación con Shizuru pensó que la gente se cansaría pronto de los cotilleos y la vida volvería a su cauce normal. No podía estar más equivocada… Suspiró frente a la puerta de la facultad con pesar al ser consciente de todas las miradas que caían sobre ella y esperó pacientemente a que su chica saliese de sus clases.

Siguió un rato con sus pensamientos hasta que ella inundó su campo de visión, daba igual cuantas veces la viese, cada vez que agitaba la cabeza y su cabello danzaba era como un espectáculo hipnótico, seguía el movimiento oscilante sin poder apartar los ojos del recorrido. La castaña llegó a ella con una sonrisa y le dio un beso en los labios recogiendo el casco de moto que le ofrecía.

-Me encanta que una belleza como tú me este esperando a la salida de clase Nat… su… ki… -prácticamente cantó Shizuru con ese acento que tanto le gustaba y abrazándose a su espalda – soy la chica con más suerte del campus…

-En eso no estamos de acuerdo… ahora mismo soy yo quien ostenta ese título – le respondió la aludida.

Natsuki sonrió sin poder evitarlo al tiempo que arrancaba la moto y salía de allí, realmente Shizuru era una persona dulce, alguien que todos los días le decía de alguna manera lo feliz que se sentía de estar a su lado. Para Shizuru, Natsuki era una especie de regalo del cielo, el poder tocar su piel sin miedo a ser rechazada, el pasar horas abrazándola y besándola, realmente era el mejor de los regalos. La misma chica de Kioto se había encontrado una vez pensado con sorpresa que dentro de toda la complejidad de su personalidad, era realmente una persona muy simple, Natsuki la hacía feliz, era lo único que necesitaba para que su día fuera perfecto.

La relación entre ambas chicas había avanzado mucho, cuando entraron en su habitación Natsuki como era habitual le quito la chaqueta a Shizuru, había cogido la costumbre de tener algunos gestos amables como ese en un intento de volverse mas dulce, algo que la castaña consideraba encantador.

-¿Realmente estás segura de ir Natsuki? –Preguntó Shizuru con una mueca – no me gustaría que hicieras algo en contra de tu voluntad…

-No te preocupes… -respondió la chica con un gesto de condescendencia – si soy sincera… estoy aterrada… pero si tu madre tiene tanto empeño porque vaya… no me cuesta nada… además… -añadió acercándose a su novia y abrazándola por la espalda para besarle la oreja – sé que me compensarás y que eso te hace feliz… siempre me han gustado los dos por uno… pero ahora tenemos otro asunto pendiente…

-No… -respondió la chica con un puchero – no me obligues a estudiar contigo en la habitación… tengo demasiada sangre acumulada en cierta zona del cuerpo… si estudio ahora me provocara gangrena…

[No me lo puedo creer…] pensaba Natsuki rodando los ojos [¿Desde cuándo soy yo la responsable?]

Cuando estaba a punto de responderle un par de verdades, el teléfono sonó, Shizuru que se veía venir el discurso de moralidad por parte de su chica murmuró antes de descolgar:

-Salvada por la campana…

Natsuki no pudo evitar sonreír, expresión que se esfumó rápidamente cuando vio el rostro de la castaña ensombrecerse de manera evidente. A pesar de la ansiedad esperó pacientemente hasta que la chica colgó el teléfono.

-Vamos a casa de Mai… -fue la única información que le dio – algo raro pasa…

La chica no discutió, simplemente cogió sus cosas y salieron de la habitación como alma que lleva el diablo.

OoOoO

-Sigo sin entenderlo… ¿Qué quieres decir con que algo raro pasa? – preguntaba Mai de manera terca.

-No lo sé Mai… -decía Mikoto acurrucada en el sofá – simplemente lo sentí… algo raro pasa en Fuuka y me parece que no es bueno… sentí una presencia, como las que había en nuestra época de Himes.

-No… eso no… -murmuró Tate levantándose del sofá de un salto – más cosas raras no… Mai, me niego a que vuelvas con esas tonterías.

-Tate… ahora no es el momento para eso… -respondió la chica mirándolo con las cejas levantadas.

-Sí que lo es Mai… tú no tienes nada que ver con esto… aléjate de ellas mientras dure todo este asunto y todo estará bien… -respondió el chico quien no quería que nada malo le pasase a su novia.

Mai suspiró y se levantó lentamente llevándose al chico del brazo a la cocina, obviamente no quería que nadie escuchase la conversación que iban a mantener a continuación.

-Tal vez deberíamos ir a investigar… -murmuró Natsuki ignorando la situación que se acababa de producir entre Tate y Mai.

-Imposible… -dijo Shizuru tomándola de la mano – no podemos saltarnos las clases así como así… tendremos que dejar esto en manos de Mikoto, me parece lo suficientemente adulta como para poder llevar esa investigación de manera correcta. ¿No es cierto Mikoto-San?

La chica asintió sin poder quitar su vista de las manos enlazadas de sus amigas, quería preguntar pero al mismo tiempo le parecía que si Mai estuviese ahí lo consideraría una grosería. Así que simplemente se limitó a mirar como Natsuki se levantaba inquieta del asiento ondeando la cabellera.

-¿Cómo quieres que me quede quieta sabiendo que…? –comenzó Natsuki, pero fue interrumpida por un dedo en sus labios y una mano alrededor de su cintura.

-Deja esto en manos de Mikoto por favor… -murmuró Shizuru rozando delicadamente la punta de su nariz con la Natsuki y olvidando que la ya no tan niña estaba allí- si algo sucede te juro que iremos rápidamente, pero por favor… por favor Natsuki… vamos a intentar llevar una vida normal ahora que podamos… seamos una pareja normal…

-Bueno, normal, normal… -murmuró la chica robándole un pequeño beso con una sonrisa.

Shizuru sonrió juntando sus frentes y entrecerrando los ojos, realmente estaba preocupada, sabía que Mikoto tenía un instinto muy bueno y si ella decía que algo raro pasaba, estaba segurísima de que las posibilidades de que se equivocasen eran muy escasas, pero realmente no quería salir de ese cuento de hadas en el que estaba inmersa.

Mikoto por su parte miraba a las chicas con un sentimiento de opresión en el pecho, eran demasiadas emociones las que sentía en ese momento y eso no le resultaba fácil de llevar. Podía sentir alegría, pues por fin veía a Natsuki y a Shizuru sonriendo felices y juntas, algo que parecía tan natural como que el sol sale por la mañana; incomodidad, pues le parecía un momento demasiado intimo para estar ahí en su compañía; Ansiedad, pues estaba escuchando a Mai discutir con Tate en la cocina y no le gustaba a donde estaba derivando esa conversación y ante todo, sentía envidia… envidia de Shizuru por haber conseguido conquistar a la chica de hielo, envidia de Natsuki por poder estar con Shizuru sin restricciones, pero sentía envidia de Tate en sobremanera, por ser él el poseedor del corazón de Mai.

No se inmutó cuando Tate pasó por su lado hecho una furia con dirección a la salida, solo tenía ojos para ella… Mai… quien tenía la mirada vidriosa e intentaba por todos los medios no demostrar su flaqueza. Fue entonces cuando Shizuru lo vio todo… cuando distinguió en Mikoto la mirada que tanto tiempo había portado ella, la de anhelo por lo imposible, la de alguien que está observando algo que jamás conseguirá a pesar de desearlo con todo su ser, y por ello, la chica sintió una oleada de consideración y preocupación hacía la menor de todas las presentes.

-Mikoto… -murmuró Mai- no deberías haberte saltado las clases de esta manera, no imites a Natsuki en ese tipo de cosas. Tus estudios son lo primero

-Tenía que comprobar que Mai estaba bien… -murmuró la chica mirando al suelo avergonzada.

-Ara, ara… no seas tan dura Mai-San… -dijo Shizuru en tono conciliador acercándose a ambas chicas – seguro que Mikoto-San solo quería cerciorarse de que estabas bien. Ha sido un gesto muy hermoso por su parte, ¿no opinas lo mismo Natsuki?

La chica ladeo la cabeza al mirar la expresión de su novia y comprendió a donde quería llegar la castaña, por lo que asintió diciendo:

-La verdad es que sí… Mai, faltar uno o dos días a clase no va a matar a nadie, seguro que hasta tú lo hiciste… deberías estar agradecida porque alguien te quiera tanto para hacer un viaje tan largo en lugar de llamar por teléfono.

-Bueno sí… tenéis razón… -respondió la pelirroja sonriendo – ne Mikoto… discúlpame, realmente te estoy muy agradecida por tu gesto. Esta noche duermes aquí, pero mañana sin falta volverás a Fuuka  y sí… te hare ramen…

Los ojos de Mikoto se abrieron de manera desmesurada y se lanzó a los brazos de Mai, quien no puedo soportar el peso de la chica que ya la igualaba en altura de manera que resbaló hacia atrás. Cerró los ojos y se preparó para el impacto contra el suelo pero este nunca llegó, su antigua compañera de cuarto se las arregló para recuperar el equilibrio y pasarle una mano por la espalda dejándola en una posición que parecía de dos auténticos maestros del baile.

Shizuru y Natsuki miraban la escena impresionadas por la rapidez de movimiento de Minagui y el color carmín que se había formado en las mejillas de Mai.

-Bueno… -dijo la pelirroja tosiendo y recomponiéndose cuando estuvo de pie de nuevo - ¿Queréis quedaros a cenar?

-Kaninna Mai-San… -respondió Shizuru juntando las palmas de sus manos- pero tenemos que ir a estudiar, llevamos bastante retraso y debemos ponernos al día.

-Mañana tú no tienes clase… -dijo Natsuki que estaba en su mundo de cavilaciones.

-Lo sé – respondió la chica- pero acompañare a Mikoto a la estación mientras vosotras dos sí que estáis en vuestras respectivas clases.

-Gracias Shizuru-San… -respondió la chica con una sonrisa- eres muy amable, intentaré compensártelo…

Ambas chicas sabían que tenían una conversación pendiente lejos de los oídos de Mai y Natsuki.

OoOoO

Dos sombras se movían por los terrenos de Fuuka en la noche cerrada, su paso era lento y seguro como si de un simple pasado se tratara, el tono de sus voces era cordial y relajado:

-¿No es maravilloso estar de nuevo aquí? –dijo una de las sombras.

-El estar en el mundo siempre es maravilloso, pero la razón que nos ha traído aquí… no es nada agradable – respondió la otra sombra mostrando un  tono de pena.

-Sí… él es tan temperamental… parece que nunca se cansa de vengarse…

-Querrás decir ella… –corrigió la segunda sombra de nuevo – ella siempre ha tenido carácter…

-Ella o él… ya empieza a despertar también… -murmuró de nuevo el primero.

-Despertarán juntos… y se llevarán bien… lo único que me preocupa ahora es porque camino los llevaran…

OoOoO

Mikoto y Shizuru se encontraban en la estación de tren tomando un té en una mesa apartada del resto.

-Ahora dime la verdad… -dijo Shizuru sin relajar la mirada seria – que sabes que no nos has contado.

-Aunque no es gran cosa te lo contaré – respondió Mikoto dando un sorbo y mostrando una expresión totalmente adulta en su rostro – pero a cambio quiero que me respondas a una pregunta Shizuru-San.

-Ara… la pequeña Mikoto ya no es tan pequeña e incluso hace tratos… - dijo Shizuru sin mostrar ni un ápice de sorpresa – me parece justo…

Mikoto suspiró largamente, dejó el vaso de té de nuevo en el plato y comenzó a hablar:

-Algo está despertando Shizuru-San… no sé cuantos, no sé qué… pero algo que ha permanecido dormido desde que matamos la estrella está rondando por Fuuka… Presiento problemas… no sé para quien… pero intentare averiguarlo…

-Mikoto… le dije eso a Natsuki para que no se pusiera en peligro, pero obviamente tampoco quiero que te pongas tú… -suspiró Fujino mirando para ella- si te pasará algo Mai y Natsuki no se lo perdonarían jamás… espéranos sin hacer nada…

-Pero… -protestó la chica.

-Nada de peros… -cortó la chica – Si de verdad quieres a Mai no harás nada arriesgado por ti misma. Ve a clase, sigue tu vida normal… pero ante todo mantente al margen de todo esto…sé que es difícil para ti, pero puedes hacerlo…

-Está bien… no quiero que Mai sufra…-murmuró derrotada Mikoto – pero prométeme que vendréis y ante todo prométeme que no permitirás que nada malo le pase a ella Shizuru-San…

-Tienes mi palabra… -respondió la chica levantando la mano derecha- nada le pasará… ahora dime que se nos acaba el tiempo… ¿Qué quieres saber?

La menor de las chicas enrojeció un poco y desvió la mirada hacia la izquierda.

-¿Cómo lo hacías? ¿Cómo eras capaz de estar cerca de ella y contenerte? –preguntó de pronto.

-Yo… no soy la mejor para responder a eso Mikoto… -respondió la chica avergonzada- hice cosas horribles… le hice cosas horribles durante nuestra época de Himes… las cuales no quiero recordar… a veces aún me despierto con escalofríos al recordarlo…

-¿Y porque? – preguntó Mikoto.

-¿Ara? ¿Por qué? –Shizuru no pudo ocultar la sorpresa que sentía, había pensado en eso mil veces pero jamás nadie ni ella misma se habían preguntado porque – pues la verdad es que no lo sé…

-Pues piensa en ello… -dijo Mikoto levantándose de la mesa- porque quiero una respuesta…

Shizuru miró a la chica irse y sintió un gran respeto, ya no era una niña, sino una gran mujer.

OoOoO

Shizuru no fue capaz de comprender como pudo ocultar todo a Natsuki y a Mai, manteniéndolas de esa manera, tranquilas.

[Viviré cinco años menos…] pensaba la chica a cada momento.

Y así poco a poco fue pasando la semana y antes de darse cuenta Natsuki y Shizuru se encontraban camino de la mansión de la segunda.

-No me parece bien dejar a Mai sola en estos momentos… -dijo la morena con pesadez.

-No te preocupes… la convencí para que fuese a Fuuka con Mikoto… todo se arreglará mi amor… -contestó Shizuru- ahora respira hondo… bienvenida a la mansión Fujino…

Natsuki se quedó boquiabierta mirando a su alrededor, ese lugar era precioso, colorido e increíblemente enorme…

OoOoO

-El tiempo se acaba… -murmuró la segunda sombra de Fuuka mirando cómo se movía el reloj de aguja del instituto.

-Renacerán en medio de una masacre…

CONTINUARA