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lunes, 15 de marzo de 2010

Lecciones de Perdón - Capítulo 8


Capítulo 8: Yo no estoy disponible y tú, aún menos.

Las dos chicas entraron en la habitación entre risas y besos y se tumbaron encima de la cama.

-Dímelo otra vez… -dijo Shizuru rozando su nariz con la de Natsuki y sin parar de sonreír.

-¿Otra más? –Respondió Natsuki con una sonrisa – está bien… nunca me cansaré de decírtelo… te quiero, te amo… tienes mi corazón…

-Nunca me cansare de oírlo – dijo la castaña agarrando las manos de la morena y poniéndolas a los lados de su cabeza para colocarse encima de ella - ¿esto esta pasando de verdad? ¿Realmente mi sueño se está cumpliendo? ¿o he muerto e ido al paraíso?

-El paraíso lo creamos nosotras… Shizuru…  -respondió Natsuki elevando el rostro y besándola.

La ex presidenta reaccionó al beso y soltó las manos de Natsuki para recorrer su cuerpo de manera lenta, intentando aprender cada curva y cada rincón, esa vez quería disfrutarla todo el tiempo que fuese posible.

La temperatura aumentaba y Natsuki gemía extasiada por la maestría de Shizuru a la hora de explorar sus pechos y fue justo ese momento en el que el teléfono de la habitación sonó.

-Si lo coges te mato… -respondió Natsuki dando la vuelta y dejando a Shizuru debajo de ella – no hay nada más importante que nosotras…

Cuando sonó el contestador y Natsuki escuchó el mensaje se levantó de la cama como alma que lleva el diablo:

“Shizuru soy tu padre y sé que estas en la habitación, en quince minutos quiero que bajes a la cafetería de la residencia.”

-¿Tú padre? ¿Qué? ¿Qué hace él aquí? –exclamo Natsuki totalmente histérica.

-Molestarme por lo visto –respondió Shizuru entornando los ojos con mala cara – Tiene la facultad de llamarme siempre en los peores momentos… y si no bajo, subirá él… y no creo que quieras que suba…

-No creo que conocer al padre de mi novia tan pronto sea una buena idea… -respondió Natsuki cruzándose de brazos.

-Ara, ara… ¿Puedes repetir eso? –dijo Shizuru acercándose a ella y abrazándola – por favor…

-¿Lo de que eres mi novia? –preguntó Natsuki mirándola extrañada – creí que ya lo sabías… lo eres, tenlo claro… el único problema es que no sé qué tal se lo tomará tu padre… el hecho de que yo sea una mujer.

-Le dará igual… -respondió Shizuru sin soltarla y respirando el aroma de su pelo – luego te contaré algo… ahora será mejor que me vaya…

Y cogiendo su bolso salió por la puerta dejando a Natsuki con cara triste, pero a los cinco segundos Shizuru volvió a entrar la agarró de la cintura y la besó:

-Te echaré de menos casa segundo que no estemos juntas Natsuki.

Y se volvió a ir, dejando esta vez a Natsuki con una sonrisa de enamorada en la cara.

OoOoO

Shizuru y su padre no tenían muchas cosas en común físicamente, él era moreno, más bien bajito y algo regordete, pero al igual que su hija, su mera presencia imponía respeto y sus ojos eran de color rojo cual rubíes. Se veía que la descendiente Fujino había salido a la madre.

-Bueno padre… me ha interrumpido usted en un momento bastante delicado… -dijo Shizuru sentándose en la mesa y aceptando el té que el camarero le ofrecía – me agradaría saber porque razón he abandona unas labores tan… interesantes…

-He venido a que cumplas tu parte del trato hija –respondió el señor Fujino mirándola seriamente – es hora de que te cases con quien te he elegido.

-Discrepo… -dijo secamente Shizuru bebiendo de tu taza de té.

-¿Cómo que discrepas? – Preguntó el señor Fujino entornando los ojos – hija… esto lo hablamos y pensé que había quedado claro… te casarás con quien yo elija…

-Dijimos que me casaría con su elección siempre y cuando yo no tuviera hecha la mía… -dijo Shizuru como quien da el tiempo – y la tengo hecha… ahora mismo acaban de confirmármelo padre. Lo siento… pero no podre casarme con quien usted ha elegido padre.

-Me gustaría saber el nombre del afortunado… -dijo el padre desconfiando.

-La afortunada se llama Kuga Natsuki – respondió la chica con una de sus sonrisas falsas.

-¿La misma que provocó que te pases tantos meses encerrada a causa de su rechazo? –preguntó el padre sin creérselo.

-Esa misma –dijo la chica sin abandonar la falsa amabilidad – ahora estudia aquí, es mi compañera de cuarto y mi novia. La decisión está tomada y yo Fujino Shizuru era libre de elegir a quien amar…

-Hija… eso es una buena noticia – respondió el padre adoptando la misma expresión de falsa amabilidad que Shizuru – vayamos a casa a decírselo a tu madre y no es una petición… -cortó el hombre al ver que su hija se disponía a decir algo.

Shizuru controló al tiempo la mueca de oído que se iba a formar en su rostro y suspiró sacando el móvil para enviarle un mensaje a Natsuki e informarla de que esa noche no iba a volver. Su padre no le hacía ni caso la práctica totalidad del año, pero justo ese día tenía que ir a verla…

Cuando Natsuki recibió el mensaje de Shizuru en su cara se formó una mueca de pena, por una parte sentía curiosidad por lo que Shizuru querría contarle y por otra no le parecía justo que cuando por fin podían estar juntas la castaña no pudiese acudir.

-Debemos tener una maldición o algo así… -murmuró la chica acomodándose en su mesa de escritorio.

Si no iba a ver a Shizuru por lo menos utilizaría su tiempo libre para hacer algo útil como estudiar.

OoOoO

El día y la noche pasaron tremendamente lentos para las dos, mientras los Fujino aclaraban la situación, Natsuki pensaba en Shizuru y en su pasional encuentro. Cuando lo rememoraba sentía un cosquilleo recorrerle el cuerpo y era incapaz de centrar sus pensamientos en nada coherente, sus mejillas se encendían y en su cara se formaba una sonrisa tonta. Shizuru por su parte no mudó el rostro en todo el tiempo que estuvo con sus padres, a pesar de no sentir realmente amor hacia ellos, si sentía un profundo respeto, pero el respeto no evitaba que siguiese molesta por la interrupción. En esos momentos debería estar entre los brazos de Natsuki y no sentada en esa gran mesa, comiendo esa gran cena de esa manera tan grandiosamente sosa.

Cuando Shizuru despertó a la mañana siguiente no pudo evitar que una sonrisa acudiese a su rostro, vería a Natsuki después de la declaración de ayer y si tenía paciencia… de noche estaría de nuevo entre sus brazos. A pesar de intentar evitarlo a toda costa, pequeños gestos de la chica denotaban su nerviosismo, su padre la miraba sin poder creerse que realmente su hija hubiese entregado su corazón a nadie y se sorprendió realmente cuando esta antes de salir por la puerta le dijo:

-Y padre… no se meta donde no le llaman, si interfiere de alguna manera en mi relación o molesta a Natsuki para algo, le mostraré quien es realmente Shizuru Fujino y créame… no le gustara nada…

OoOoO

Cuando Shizuru llegó al campus vio que la moto de Natsuki estaba ahí aparcada y no puedo evitar que una gran sonrisa acudiese a su rostro, pero al consultar su reloj fue consciente de que la morena ya se encontraba en clase y su sonrisa se apago…

[Otro aburrido día de clases esperando a estar entre sus brazos] pensó mientras prácticamente se arrastraba al aula que le correspondía.

-Así que con Natsuki Kuga… -decía Akane por lo bajo mientras el profesor explicaba – que escándalo…

-No permitiré que nadie hable mal de… -comenzó Shizuru sorprendida por el comentario de su compañera de mesa.

-No me malinterpretes Shizuru-San… -dijo la chica negando con las dos manos delante suya en un intento de disculpa- me refiero a que es un escándalo que no me diera cuenta antes… ahora que lo sé… ¡era obvio! Todo tu comportamiento cambio al inicio de este curso… y ahora entiendo la razón…

-Discúlpame entonces – dijo Shizuru sonriendo – es que no todo el mundo se toma a bien estas cosas.

-Entonces dime… ¿Estáis juntas? ¿Tenéis planeado decirlo? –preguntó Akane.

-Ara, ara… mucho quieres saber… en una situación normal no te contestaría a esto y lo sabes… pero como nos has visto te diré que sí, estamos juntas y que no lo sé… por mí lo diría encantada, pero no sé cómo se lo tomará Natsuki ni que querrá hacer ella – respondió Shizuru de manera sincera.

La conversación derivó rápidamente por obra y gracia de la castaña en la clase y los estudios de ese nuevo año, Akane sabía que no debía forzar el límite con Fujino y Shizuru tampoco quería contar nada más, los nervios la embargaban, en poco tiempo vería a su Natsuki, y si… ahora podía decir “su” con todas sus connotaciones.

Natsuki por su parte intentaba prestar atención en clase, pues realmente quería sacar la carrera año por año para demostrarle a Shizuru que sí había cambiado y que ahora se tomaba mas en serio las cosas, pero era bastante complicado… los cuchicheos sobre el incidente en la fiesta no paraban de recorrer la clase, todo el mundo quería saber quien era el afortunado que podía tener a Shizuru para él, Natsuki no paraba de escuchar lo bella e inteligente que era su novia y la gran cantidad de gente que se moría por tenerla a su lado y no puso evitar que una pequeña porción de celos hiciese mella en su interior. Deseaba levantarse y decirle a todo el mundo que cerrasen la boca de una maldita vez, que Shizuru era suya y de nadie más.

Ambas chicas esperaron pacientemente, más cuando dio la hora de la comida ambas salieron disparadas hacia la clase de la otra deseando verse de nuevo.

Se miraron largamente y sus corazones se dispararon latiendo prácticamente al unísono.

-Ara, ara… -dijo Shizuru rompiendo el silencio - ¿Por qué tienes mi casco para la moto?

-Bueno… yo… -dijo Natsuki mirando al suelo- como vi que no trajiste la tuya, pensé que necesitarías un modo de ir a casa… así que pensé en llevarte yo…

-Pero si Natsuki no tiene más clases después de la comida y yo sí… -respondió Shizuru totalmente encandilada por el dulce comportamiento de la morena.

-Ahora podemos ir a comer a alguna parte y mientras tu estas en clase yo te espero adelantando nuestro trabajo… -respondió Natsuki acercándose a ella y tendiéndole el casco – si lo hago mientras tu estas ocupada nos permitirá estar mas tiempo juntas…

Tras decir la última frase dio un par de golpecitos con la punta del pie en el suelo demostrando así los nervios que la embargaban. Le estaba costando mucho decir lo que pensaba y sentía y Shizuru lo sabía, no se le puede pedir a alguien que jamás demostró sus sentimientos que de repente se convierta en toda una Shakespeare.

-Ara, ara… -dijo la chica tomando el casco con una sonrisa – vamos a comer a donde tú quieras. Pero no hace falta que te fuerces… Nat… su… ki… solo dime aquellas cosas que me quieras decir…

Natsuki asintió y salió afuera del edificio acompañada de la chica, obviamente los comentarios morbosos no se hicieron esperar, más de uno dejó caer que no le importaría en lo más mínimo acabar en su cama acompañado de tales bellezas, lo que provocó que a Natsuki le hirviera la sangre. Arrancó la moto y salió de allí todo lo rápido que fue capaz.

Tuvieron una comida tranquila alejada de toda la gente de la universidad hablaron de ellas, un poco de Mai y de pequeñas cosas que les habían sucedido en el tiempo que estuvieron separadas, finalmente Natsuki hizo acopio de todo su valor y dijo al tiempo que el color acudía a sus mejillas:

-Shizuru… llevo desde ayer deseando terminar lo que empezamos.

La castaña la miró con una mezcla entre sorpresa e incredulidad, ¿Natsuki Kuga diciendo eso tan abiertamente?

-Me alegra saber que no soy la única… no te preocupes Natsuki hoy de noche en la habitación lo terminaremos y empezaremos cuantas veces quieras – respondió la chica con una sonrisa.

Siguieron con la comida como si nada de eso hubiese pasado, ambas felices por estar juntas y tranquilas, se pelearon para pagar la cuenta y finalmente ganó Shizuru pues para distraer a Natsuki puso su mano en la espalda y la fue bajando, provocando que la chica tuviera que luchar para mantener un gesto serio. Tras intentar eludir lo inevitable, ambas chicas subieron de nuevo a la moto para ir a la universidad.

OoOoO

-¿Cómo puedes soportarlo? – le preguntó a Shizuru cuando esta se bajo moto – todas las proposiciones, las miradas… a mi me ponen de los nervios… ya me han invitado a salir tres chicos hoy… y me parece algo absurdo… no me conocen de nada.

-Ara, ara… -dijo Shizuru ocultando la punzada de malestar que le produjo ese hecho – Natsuki… eres joven, hermosa, inteligente, andas en moto y aun encima se supone que estas libre, ¿Cómo no se van a sentir atraídos por ti? Bueno… debería ir a clase…

Cuando se dio la vuelta Natsuki fue consciente de que todas las miradas recaían en ellas y no se lo pensó, sin bajarse de la moto le pasó una mano a Shizuru por la cintura y la atrajo hacia ella al tiempo que le decía al oído:

-No te enfades Shizuru, yo solo te quiero a ti.

Shizuru miró alrededor y pudo ver las caras de sorpresa de todo el mundo.

-Natsuki… ¿sabes lo que estás haciendo? –preguntó la castaña mientras el corazón le bombeaba de manera frenética en el pecho y se daba la vuelta.

-Sí… -respondió la chica agarrando quitándose el casco agarrando los brazos de Shizuru y colocándolos en torno a su cuello para formar un abrazo – demostrarle a todo el mundo que yo no estoy disponible y tú, aún menos.

Y sin decir nada más acortó la distancia entre sus labios y la besó, no fue un beso puro y casto, en realidad fue un beso profundo y largo que despertó en ambas la expectación para el “después”.

-Después de tus clases… -murmuró Natsuki en los labios de Shizuru sin recordar que estaban rodeadas de gente impresionada.

-Después… - corroboró la castaña con una sonrisa en los labios.

CONTINUARA

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